El palacio
El palacio toma su nombre de su huésped más ilustre, Leopoldo II, gran duque de Toscana. Distribuido en tres edificios adyacentes, se remonta a finales del siglo XIII, cuando daba cobijo a los peregrinos que hacían el camino entre Florencia y Siena. Sabiamente restaurado, mantiene intacto el gusto de los señores de Toscana de antaño con piezas originales del antiguo palacio, como frescos, chimeneas, vigas a la vista y muebles de época. El hotel cuenta con todas las modernas comodidades, como, por ejemplo, centro de bienestar, piscina cubierta climatizada, gimnasio, restaurante, enoteca, espacios para reuniones, solario con bañeras de hidromasaje y una espléndida terraza desde la que admirar las suaves colinas del Chianti.